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28 febrero 2008

La Maraton según... Zebaristo

La maratón se me va ,el podólogo me dice que ni loco intente correrla, esto a 10 dias del evento, las fascitis va ganando ,bueno de momento .Hay que cambiar el chip ,hablo con Zed Dan y me pongo a su disposición para labores organizativas, fotográficas y de avituallamiento.Llega el día 23 y en mi equipaje no llevo zapatillas ni la roja ,no me fío, se que me puedo dejar llevar por el ambiente e intentar acometer la carrera. Esta carrera la tengo que hacer con una cámara de fotos ,botellas de agua ,una mochila y la bikeniata que se apunta a ultima hora.

Son las 11.30 de la mañana estoy en la zona franca esperando a mi hermano, partimos juntos para Sevilla, allí hemos quedado con Pedro y Marcelo en el estadio olímpico ,el día esta de perros ,no para de llover y los pronósticos para el día 24 no son mejores, en el estadio olímpico un gran ambiente ,esperamos a Pedro y Marcelo y sacamos los dorsales juntos, con ellos llegan también Javi y Pepo con la familia.

Hotel,vaya pedazo de hotel,un cinco estrellas y puesto a disposición del club zebulon gracias a Pedro ,esto no lo hace cualquiera ,esto es de arte Pedro y ya no te digo mas ná. Estamos todos ubicados , llegó Zeb Dan y familia, mañana nos encontraremos con Juanje ,Oli y Juanma .

En la feria del corredor nos lo montamos bien y creo que la aprovechamos a tope, mí hermano y yo nos metimos en todos los líos posibles ,conocimos a todos los podólogos y ortopédicos del mundo y nos miraron los pies todos los estudiantes de la universidad de Sevilla ,compramos unos “cortafríos” marca joma a 9,04 euros(como se complican la vida algunos) ,marca joma también eran la camiseta y las calzonas que regalaba la organización ,mu chula ,pero de la talla L,con lo chico y canijo que somos algunos. Y eso va por Juan Carlos de la Ossa (vigente y cuatro veces campeón de España de cross),1,65 mts de altura y 46 kilitos pero con un corazón y pulmones que no le caben en el pecho ,le hicimos una interviú que mas parecía un interrogatorio de FBI, a la cual contesto amablemente y nos atendió muy bien ,debe de ser un gran tipo además de magnifico corredor,probablemente abandone el Joma Sport para fichar por el Zebulon,se lo esta pensando .Le deseo lo mejor

Que de vueltecitas dimos a un centro comercial para ir a cenar,hasta encontrar el parking,cenamos en una “americonada” y comprobamos como algunas zebulonas huelen el dinero desde lejos.Yo mu pendiente de mi hermano que me estaba comiendo poco, dejando media hamburguesa,ademas se le notaba algo tenso,como los grandes guerreros antes de la batalla,como si pronosticara la paliza del dia siguiente. En fin, cena zebulona con un mago harto de niños zebulones.

Habiamos quedado a las 7 para desayunar ,así que no extrañó nada cuando a las 6,15 de la mañana escuchamos aporrear la puerta –mami ese es pakito con los nervios-le dije a Mari Angeles,-killo cojones que ya te abro que vas a despertar a los niños-.Abro,y me veo a un guiri una cuarta mas grande que yo y un pedo tremendo que se cae sobre mi¡¡¡cojones que tas equivocao ,pisha!!!solucionado con un buen portazo.Llegué al desayuno y alli me encontre con Pedro ,Marcelo ,Paquito ,un monton de rusas,un monton de chinos y un pajillero.Lo que alli nos reimos y lo que se hablo queda para los cinco ,pero no dejamos titeres con cabeza.Mi hermano tampoco me comio mucho y se limito a un cafelito con una rebanada de pan .

Nos dirigimos al estadio olímpico con un tiempo estupendo,la lluvia habia desaparecido y todos los pronósticos de meteosat al garete (Dios es Zebulon).Nos encontramos con Juanje ,Juanma y Oli y todos al estadio.Alli nos separamos los maratonianos a la pista y nos quedamos Dani ,Oli y el menda ,repartimos las cámaras (pedazo de nikon la de Dani),los geles ,los liquidos afrodisiacos de Juanma y Zebcaptain Dan nos dio instrucciones precisas de cual seria nuestro trabajo,y a trabajar señores.En el estadio Oli y Dani se situan mejor que los reporteros gráficos del MARCA ,para ello llevan trabajo ya hecho desde casa,llevan petos y credenciales de prensa (la magia de zeb Dan).Yo mientras decido hacer una instantanea desde lo alto del estadio ,para ello tengo que saltar los precintos que impiden el acceso de la pista a la grada ,y no me lo pienso mucho salto y empiezo a subir gradas ,cuando veo como se acercan rápidamente dos voluntarias con cara de pocos amigos –¿Cómo ha accedido usted hasta aquí?- no se ,yo estaba aquí -¿pero como a accedido?-.Puse cara de tonto y les reconocí que había saltado la valla ,pero que mi intención solo era hacer una panorámica de la salida, primera bronca pero se enrollaron y me dejaron estar .Luego para quedar bien, le pregunte a la misma chica como podía acceder a la pista para reunirme con mis compañeros y me dijo que pa la calle ,por preguntar.

Ya en la calle nos reunimos los tres y tiramos de mapas para dirigirnos al km 10 donde haríamos las primeras fotos ,por el camino tomamos la decisión de recoger la bikeniata que estaba vetada por la organización ,pero esta claro que en algunos momento hay que transgredir la norma.En el km 10 nos repartimos ,con Dani y Oli en el puente y yo y la bikeniata en la rotonda.Vi llegar el globo de las tres horas y como no ,nuestro mejor corredor ,Juanje , grité su nombre para que pudiera abrirse para hacer mejor la foto, pasó como un rayo .Luego después de un rato el resto de zebulones,que alegria cuando los vi llegar de lejos ,venían hablando y riendo,se alinearon para la foto y hasta luego lucas ,ya no volvería a verlos hasta el km treinta y pico y en distintas condiciones.

Ya los cuatros fuimos a buscar el km 16,por el camino Oli se dio una vueltecita en la bikenita e hicieron buenas migas, hablamos y yo comentaba que había visto a gente conocida de otras carreras con menos nivel que mi hermano y que iban a un ritmo muy superior ,comente que en cuanto lo viera le informaría para que no fuera tan conservador,Zebcaptain Dan me dijo que ojito que esto era una Maratón y que razón llevaba y gracias a Dios que no llegué a hablar con mi hermano hasta el Km. 35.Llegamos al 16 y era un pasar continuo de corredores ,los geles preparados y Juanje no aparecía ,vemos venir un globo –coño,el delas 3,30 ,Juanje ha pasado ya-.Dani da instrucciones y salimos la bikeniata y yo a por Juanje siguiendo el mismo recorrido que la maratón ,en mi mochila también llevo los geles de Pedro y el afrodisiaco de Juanma.

La bikeniata va con el plato grande y piñón pequeño y yo a tope,me como los Km. en busca de Juanje ,voy dejando atrás corredores pero Juanje no aparece,las llamadas entre Dani y yo son continuas para ubicarnos pero Juanje es un máquina ,la policía local me riñe hasta tres veces ,y yo encima hablando por el movil,yo ni caso.Empiezo a angustiarme ,mi cabeza solo tiene en la mente el gel que tiene que tomar Juanje y Chispi,que supongo juntos ,por fin un globo a lo lejos debe de ser el de las tres horas ,veo la posibilidad de cortarles caminos mientras que ellos están pasando por el puente de los remedios ,pregunto a un local y confirma mi plan ,pudiendo cortar camino y con ello adelantar el globo de tres horas .Me paro es el Km. 32 , espero un par de minutos ,ahí esta el globo rodeado de corredores ,grito su nombre por si no logro verlo ,pasa el globo y de Juanje nada.A 100 mts del globo una roja zebulona ,es Juanje ,16 Km. detrás de Juanje para cogerlo ,me encuentro a un hombre luchando ,fatigado con una fuerza increíble con la mirada puesta en el objetivo el globo de las tres horas ,la bikeniata y yo vamos a su lado, intentamos animarlo ,ojala le hubiera podido traspasar mi fuerza, pasamos por un avituallamiento y me pide que le coja el agua (no quiere perder tiempo ni en eso)me riñen los corredores al cruzarme en el avituallamiento,ya estoy acostumbrado tor mundo me riñe.Le pregunto como se encuentra ,me dice que siente mareos ,pero el como si nada sigue corriendo, se toma el gel,le digo que lo acompañare hasta el km36,allí están Dani y Oli y me tengo que quedar con sus cosas ya que ellos entraran en carrera para apoyar al resto de corredores, me hubiera gustado estar con el hasta el final ,le desee suerte ,convencido de que lograría un gran tiempo.IOLE

Otra vez los cuatro juntos ,Oli,Dani ,la bikenita y yo .Hablamos de nuevo nos reorganizamos ,no sabíamos nada de nuestros compañero desde el km16,pensamos en un orden lógico en él que ellos empezarían a aparecer de tal forma de emparejarnos con ellos y de quedarnos con los que mas lo necesitaran.Dani y Oli se habían hartado de dar vueltas por Sevilla sin tener mu claro donde estaban y todo andantito y ahora les tocaba incorporarse a la carrera, estábamos un poco agobiados ,para colmo Dani necesitaba un WC urgentemente ,después resulto ser solo un peito.

El primero aparece Chispi y por fin pudimos darle el gel,yo no lo conocí, Dani se dio cuenta, ahí iba el tío dispuesto a comerse los 6 Km. que le quedaban. Siguiente Zebulon ,Juanma al que vi muy fuerte y fresco y directo al estadio ,por supuesto le endiñamos su afrodisíaco.Un poco mas atrás Pedro ,venia solo ,lo esperaba en compañía de mi hermano, venia fuerte ,no se le veía nada tocado, había preparado la maratón y se notaba, su estilo de correr en progresión le estaba dando buenos resultados,inmediatamente Oli se incorporó a la carrera arropándolo hasta la meta.¿Y mi hermano?¿y pakito?ahí venia pakito unos metros mas atrás que Pedro ,pero en distintas condiciónes,la bikeniata y yo nos pusimos a su lado, le pregunté sabiendo la respuesta -¿Cómo te encuentras?- su respuesta rotunda –MAL-.Al instante nos alcanzan Marcelo que viene acompañado de Dani,Marcelo el hombre diesel, en cuanto nos alcanza se olvida de su ritmo y empieza a ayudar a Pakito, Marcelo se encuentra fenomenal ,como Pedro, tiene bien trabajada la carrera y da la impresión que le echen los Km. que le echen no se le gasta la gasolina ,bueno en este caso el gasoil.Marcelo a ver a Pakito acompañados por nosotros tres decide tirar y no nos deja acopañarlo ni a la bikeniata ni a mí, sabe que Pakito nos necesita más, suerte Marcelo eres un campeón.

Yo empiezo a preocuparme por mi hermano, no estoy acostumbrado a verlo desfallecer en carrera ,las pierna no le responde y el cansancio es muy grande, cada vez su ritmo es mas lento,Dani lo anima ,se para quiere seguir andando, está sudando y con la cara roja pero a su vez tiene la carne de gallina pero no tiene frío ,lo está pasando mal, a pesar de todo no pierde el humor e incluso bromea ,se pone a estirar ,los gemelos le están dando tirones ,hace el intento de pararse y creo que hasta de sentarse ,Dani le tira del brazo no lo deja ,me dice que le busque agua ,le da igual que sea una botella del suelo ,me adelanto y llego al próximo avituallamiento y le consigo agua, parece que ha sido una buena idea dejar de correr y continuar andando, cada vez que intenta correr vuelven a darle tirones los gemelos, no puede ni bajar cómodo los bordillos del acerado ,se le antoja un acuarius ya no quiere agua .Me voy a buscar la bebida a nuestro hotel ,allí me encuentro con nuestras familia ,me pregunta por Paco y comento que no esta bien ,dejo a la bikeniata y me voy ala cafetería del hotel y consigo un acuarius que ni siquiera me cobran con la cara desesperao que yo llevaba, salgo y ya están allí Dani y Pakito junto a nuestro familiares, Paco esta mucho mejor ,ya no tiene la piel de gallina y se le ve convencido de ir directo al estadio olímpico ya, y nunca mejor dicho es un paseo, donde fuimos los tres bromeando y riendo incluso adelantado a corredores o en este caso andadores ,ZebcaptainDan y yo escoltando a un nuevo maratoniano. Dos guevos Pakito.

Un recuerdo especial para todos los que me riñeron.

Ya solo agradeceros en nombre de mi mujer, mis hijos, la bikeniata y yo el magnifico fin de semana, a experiencia ha sido muy positiva a todos los zebulones tanto que estuvieran o no en Sevilla, gracias.

Salvi se reune con la directiva en Tarifa


En la mañana de hoy 28 de febrero, nos hemos desplazado hasta Tarifa a disputar la I Carrera Día de Andalucía, organizada por el Ayuntamiento y con aportación benéfica para los enfermos del Cáncer.
Realmente la carrera era una pura anécdota para que la directiva se reuniera con Salvi (la Liebre Cariñosa) ya que habían aparecido ciertos rumores en la prensa nacional que colocaban a este Zebulon de la sección rapiditos en el Joma Sport Team, junto a de la Osa, aunque este último a manifestado que pasara sus últimos años de competición en el Zebulon de la Isla, ya que adquirió ese compromiso con un tal Zebaristo en la feria del corredor de Sevilla.
Bueno, limadas las asperezas y aclarados los temas, Salvi como siempre hizo una carrera muy rápida, seguido de Zeb Peter al que no se le notó su desgaste en el pasado maratón sevillano del fin de semana, y cerrando la participación zebulona llegaron al unísono Zeb Marcel y Zeb Dan a un buen ritmo (sobre todo para el primero, porque el segundo iba asfixiado).
El recorrido tenía una distancia de 5.670 mts. y el tiempo meteorológico, el esperado, ya que Pedro nos dijo que el día estaba magnífico según había visto en Windguru, y cuando llegamos hacía rasca tela, nubes negras y viento de levante (que querías si es Tarifa), eso sí, las banderas ondeaban como en ningún otro sitio.
Alguno se plantea la sección WindSurf, id ahorrando para la equipación

27 febrero 2008

La Maraton según ... Zeb Cretario


Después de tres semanas de temporal de levante, llega el fin de semana de la carrera y se pone a llover y una preguntita empieza a apalancarme en el coco…¿Si llueve que me pongo? ¿Manga corta, guantes, malla larga, gorro?, en fin que nos vamos pa Sevilla con agua y mas agua, al llegar encuentro con la sección de Kenianos Gaditanos y familia que ya están en el estadio, recogida de dorsales y disfrutando de todo, llegan los últimos efectivos zebulones que tienen previsto su llegada en este sábado.

Juan Carlos de la Ossa, demuestra que es un campeón fuera de la competición y nos trata de maravilla, accede a fotografiarse con nosotros mil veces, nos cuenta anecdotas y firma la bandera zebulona para que quede grabada esta reunión de titanis, aunque a mi me ronda por la cabeza…¿qué me pongo mañana?

La peregrinación al Foster Hollywood para la cena rica en teriyakis y regada con mahou cinco estrellas, según las indicaciones de nuestro dietista, sigue jarreando en Sevilla y este zebulón asustado piensa…¿ Gorro, no mejor gorra?, luego caminito al hotel y a intentar dormir algo que hay que descansar, preparo la ropa como si fuera a hacer la primera comunión y al final decido: 1061, patriots, mallas cortas marcapakete y la roja, eso sí, el cortafríos reglamentario para ir y volver del estadio.

Diana Floreada a las 06:30, bajamos a desayunar y los nervios nos dan por la risa, pasamos seguramente el mejor rato del día, nos reíamos de todo y de todos, mientras intentábamos comer aunque estoy seguro de que a alguno le costó porque los nervios se iban apalancando en cada cuerpo, en especial veía a Pakito desencajado, me veía reflejado en él, cuando corrí mi primer maratón estaba peor que él, la presión de no saber a lo que te vas a encontrar es superior a nuestras fuerzas.

Cuando llegamos al Estadio ya estaban allí el resto de la expedición, el muro, Bomberman y como no Zebperman, el Gallo de Morón, que se había desplazado desde la vecina localidad para apoyar a sus compañeros, un ejemplo.

El ambiente era acojonante, la liturgia de amarrarte la zapatilla, ponerte vaselina, mirar si tienes el dorsal bien derechito aunque ya lo has mirado treinta veces y a disfrutar, dejamos las bolsas con la ropa y al tartán, allí era todavía mas alucinante, saludamos a la gente del carmona y nos hicimos las fotos de rigor, y en menos que canta un gallo…PUM….empieza mi segundo maratón con un objetivo de bajar de las 4 horas.

El muro ha salido con compañeros del Carmona, para intentar hacer la machada de las 3 horas y se va con todos nuestros ánimos y pensamientos, durante los 42 kms estuvimos pensando en él y orgullosos de lo que sabíamos que iba a hacer como si lo hubiéramos hecho nosotros. Formamos un grupeto Juanma, Pakito el Presi y yo, con objeto de ir haciendo kms , la salida de las que te ponen los pelos de punta, la peña gritando en el túnel de salida y de golpe la calle, a rodar, a reír, aprovechamos porque es la etapa de la euforia.

Pasamos por primera vez junto al Hotel y veo al grupo de apoyo logístico, a mi mujer que le doy un beso, y con esa fuerza seguimos comiendo kms, en el parque del Alamillo nos encontramos con Esteban del Carmona y nos acompaña un rato, justo en el Puente de la Barqueta, Zebaristo, Dani y Oli, haciendo fotos y dando calor a todos, ¡Impagable, lo que hicieron por nosotros!

Las sensaciones son buenas, me encuentro bien y veo a mis compañeros de categoría, temo por Juanma y Pakito pero los veo tan bien que me tranquiliza. Aún vamos bromeando, nos encontramos con un grupo, de Vejer, con otro de la Guardia Civil, y en el Km 16 que es donde deben de estar la Prensa Zebulona y de hecho están, alcanzamos a D. Antonio Espiau, aprovechamos para la foto y seguimos, mientras Juanma nos hace un poco de cicerone y nos dice que estamos en San Benito en el barrio de la Calzá, aparece un grupo de costaleros que ensaya para la Semana Santa..uffff, menos mal que no está aquí mirmano el Pepo.

En la media marcamos 1º 58’ y en el avituallamiento del 22,5, Juanma se va, aprieta un poco el paso y lo vemos como poco a poco se va perdiendo entre corredores, no quiero volver a verlo hasta que lleguemos al estadio. Cuando vamos por el 23 aproximadamente vemos a Enrique Pérez Traverso andando nos dice que está mal y que no puede, ver a alguien con tantos maratones a sus espaldas así, te toca un poco la fibra y te pone en tu sitio, no debes bajar la guardia, a cualquiera le puede pasar. Seguimos a buen paso vamos a 5’20” y se que en el 30 vamos a cambiar, lo tengo decidido de quedarme, y seguir a mi ritmo, veo a Pakito y a Pedro muy bien y se que si bajo, luego lo voy a pagar, después de pasar por el campo del Betis, enfilamos la Palmera..¡Dios!, ¿donde termina esta avenida?, aprovechando que nos estamos orinando como personas mayores, paramos y aliviamos la próstata los tres, como buenos compañeros y emprendemos el viaje, empezamos a ver gran cantidad de corredores parados, el colega del mazo, empieza a echar horas extras, Km 32, 33 y les digo a los compis que se vayan, que no se preocupen que voy muy bien.

Los veo irse pero cojo un ritmo solo que a lo mejor se diferencia en uno o dos segundos con ellos, pues aparentemente no se van, en cambio a mi me permite ir muy cómodo, me apalanco ahí y a tirar, sé que queda lo peor, se que van a venir momentos malos, pero para eso he entrenado. Los sigo viendo deben de estar a menos de un minuto y en breve deben de aparecer Oli y Dani, para acompañarnos, Oli se irá con Pedro y Paco y Dani conmigo, confío en él para que me acompañe a este ritmo e incluso apretar un poco al final, me sorprende lo bien que voy, he cogido este ritmo y no siento molestias de ningún tipo, hago unos cálculos rápidos y me dan un final en 3º 55’ con lo que tengo un colchón grande.


Pero…sólo veo una camiseta roja, ¿Dónde está Pedro?, oh, oh, Pedro ha dejado a Pakito y yo me acerco a él a pasos agigantados, solo puede pasar una cosa y no quiero ni pensarla, Dani debe estar muy cerca, lo busco con la mirada entre la gente para decirle que se ponga con Paco, ¡Joder, que mala suerte, sólo quedan 7 Kms!, Veo a Dani se me acerca y le digo que se vaya con Paco, me responda que Evaristo está con él y los cogemos en un momento, cuando le veo la cara a Paco, me doy cuenta que le ha pegado el colega del mazo con todas sus fuerzas y que va a sufrir como un condenao, le animo, le grito, pero lo veo muy mal, no estoy acostumbrado a ver así a Paco, es un sufridor nato, es de los que aprietan los dientes y tira, lo acompaño hasta subir el Puente de la Expiración, pero no puede seguir el ritmo lo baja y lo dejo con Dani y Evaristo, aprieto y sin mirar atrás me encamino hacia el puente de la Barqueta que se ve a lo lejos, a lo lejos, a lo lejos.


Este parón me ha cortado el ritmo y estoy como dos kms que no lo cojo, los cálculos con las neuronas sin oxigeno me dicen que tranquilo, que controlando entro debajo de las 4 horas, no quiero pensar, estoy en el 37 y ahora se que lo que me va a salvar es la fuerza que tenga en el coco, en las piernas hace tiempo que deje de mandar sobre ellas, corren porque tienen que correr y punto, ahora es cuando empiezas a visualizar los entrenamientos, te acuerdas de tus seres queridos, de mi madre con la que hemos pasado unos sustos estos meses atrás, de mi mujer que se ha tragado otra feria de corredor y otra comida de recuperación aunque no le gusta pero lo hace porque me gusta a mi, me acuerdo especialmente de la ultima progresiva de 12 kms que hice con Pedro en San Judas, con un levante en contra de mas de 100 kms/h, cuando menos cuenta me doy, paso otra vez por el Hotel, escucho como gritan mi nombre y hasta uno que iba en bicicleta pregunta. ¿Joé, quien es Marcelo?…y yo les respondo muy ufano..”YO, yo soy Marcelo”, allí están todos, mi mujer sonriendo me dice que me ve bien, con lo que mi pinta no debe ser digna de lástima, con el batallón infantil, chillones, gritones, no podéis imaginar el empujón que pegáis, gasolina para otro Km, en el Parque del Alamillo lo paso francamente mal, me acuerdo que al pasar vimos el avituallamiento del 40 pero no lo veo, no lo veo, me agobio un poco, me empiezan a venir pensamientos chungos, pero al doblar una curva lo veo, dos botellines de agua, cuatro gajos de naranja y un vaso de gatorade, voy casi parado para comer y beber bien, es lo ultimo y me tiene que llegar para llevarme al Estadio, que ya se alza al final, solo hay que darle la vuelta, paso el 41, giro a la derecha, se escucha al spyker, otro giro, veo el túnel por donde pasamos hace casi cuatro horas y al entrar en el en medio de la oscuridad, los aplausos de los voluntarios, uno se me acerca y me dice que soy un campeón, algo se me viene para arriba y no se si quiero reír, llorar a gritar, estoy tan cansado que no puedo hacer nada de eso, solo poner un pie delante del otro, al pisar el tartán ya no se puede explicar lo que te pasa por la cabeza, veo el reloj, que marca 3º 56’ y algo, levanto los brazos , doy gracias a Dios y cruzo la meta. Objetivo cumplido.

Sin el apoyo y el esfuerzo de todos y todas los componentes del club, la familia, los amigos, los conocidos, ninguno de los cinco que terminamos el Maratón lo hubieramos hecho, así que cuando pasamos por la línea de Meta, todos vosotros lo hicisteis también. GRACIAS MANNOS….

26 febrero 2008

XXIVº Maratón de Sevilla - La Crónica Oficial


Nada ni nadie podía presagiar que aquella desangelada noche de lluvia de sábado, podía dar lugar a una mañana de domingo tan apta para correr una maratón por las calles de Sevilla. Quizás, por poner una pega, algo fría, pero que con el paso de las horas y los minutos se fue convirtiendo en una espléndida jornada maratoniana.


Parte del club, la más numerosa, habían decidido pasar la noche en Sevilla, vamos, para aclimatarse al ambiente de maratón. Otra parte, se desplazaría desde San Fernando en la mañana del domingo, y otra, la menos numerosa, haría lo mismo pero desde Morón de la Frontera.


Sonó el despertador, es hora de levantarse, aún no ha salido el sol, pero debemos de bajar a desayunar, son las 7:00 de la mañana. Desayuno muy deportivo, junto a nosotros en el hotel, atletas internacionales de élite de las palas y el remo, y más corredores populares de la maratón.


"Vamos, que es tarde", son las 8:00 y Juanje, Juanma, que vienen de La Isla, y Oli, que viene de Morón, nos están esperando en el estadio.


Hacía allí se dirijen, Evaristo, Paco, Dani, Marcelo y Pedro, la suerte está echada, ya no hay marcha atrás, cada uno sabe lo que va a hacer, y digo bien, pues de los cinco, tres van a participar corriendo y los otros dos participaran como apoyo logístico de los corredores.


Encuentro emotivo en el Tunel Sur del estadio. Ya están todos. Cinco corredores y tres de logística. Empiezan a brotar los nervios, las incertidumbres, nada puede ya estropear este gran día, que no ha hecho más que comenzar, nada, ni siquiera el tiempo, que como gran espectador de lujo ha decidido calmarse para atender a los más de tres mil corredores, que ya se agolpan junto a la línea de salida esperando el pistoletazo de inicio.


Las estrategías son claras, Juanje se va a ir con un grupo de atletas más rápidos, pues sus objetivos son diferentes a los del resto. Paco y Juanma, primer maratón para ambos, junto a Marcelo y Pedro, segundo maratón para ambos, formaran un cuarteto que ya lo quisiera el Falla para su carnaval. Dani, Evaristo y Oli, tienen claro que su apoyo, hoy, es indispensable para todos, y así lo hicieron, y no sólo apoyaron a zebulones, sino a todo el que se les puso en el camino y lo necesitaban.


Antes del final, no debo de olvidar de nombrar al incombustible club de fans, que con su apoyo y ánimo a todos los corredores, sin distinción, hacían más llevaderos el paso por el kilómetro 39 de carrera, ¡que gran bocanada de aire! eran los gritos desaforados de nuestros querid@s animadores. Gracias a todos por estar alli.


Finalmente meta, sudor y lagrimas, explosión de alegría, abrazos, risas, llantos, objetivos cumplidos. Vienen recuerdos para los que no pudieron estar, pero que han entrenado junto a nosotros y que al final por un motivo u otro no han podido venir y nuevamente ya en la mente, la próxima MARATÓN.

17 febrero 2008

Recibimos apoyos mediaticos




En estas horas cercanas al maratón, recibimos los apoyos de importantes seres vivos del mundo entero, nos llega un mail directamente desde Wisconsin, en donde nuestro viejo amigo Zeb, nos reconforta y nos anima para el evento del domingo que viene, se siente enormemente orgulloso de los zebulones expedicionarios y mas orgulloso aún de los que no van a ir, porque cree que son mas inteligentes, eso de irse a correr 42 kms y pico no le parece muy normal, pero aún así saluda a todos los zebulones y les pide que no abandonen la filosofía zebulona y que despues de correr el maratón se tomen un par de cervecitas a su salud.




Desde las praderas de Stirling tambien recibimos el apoyo de Sir William Wallace, Willy para los amigos, no podrá asistir por motivos laborales pero le hará entrega de la bandera zebulona a Zeb Dan, para que éste la porte con gallardía y ondee el los cielos hispalenses.



Como no podía ser de otra manera el apoyo más importante lo recibimos de nuestro becario Zebpermán, ya ha viajado con su supervelocidad varias veces a Sevilla para visionar el recorrido y empleará sus superpoderes para apoyar a sus compañeros en carrera.


En el plano puramente terrenal, se recuerda a todos los maratonianos que los dorsales se recogen el sábado hasta las 20:00H en Sevilla, aquellos que tengan previsto salir el domingo deben entregar una autorización firmada y una fotocopia de DNI, a Zeb Presi, Zeb Secremarmento o Zeb Dan, para que ellos lo recojan. Esta documentación la debemos tener en nuestro poder antes del viernes.



10 febrero 2008

...Es tiempo de leer...

...es tiempo de leer y de saber más sobre algo que, algunos, van a hacer por primera vez y otros repetimos. Este artículo es la experiencia de un primerizo, Tomás Vich Rodriguez, allá por el año 1998, no tiene desperdicio, para que luego algunos digan que sólo me dedico a poner la hora del entrenamiento:
LA MENTE EN EL MARATÓN
PROLOGO

Aún recuerdo el día en que por primera vez pensé en correr un Maratón. Ocurrió durante mi primer año de carrera Universitaria, en 1989, cuando mi profesor de Fundamentos Biológicos de la Conducta, nos animó a participar en la misma. Tuvieron que pasar 5 años, para que, en 1994, decidiera, por fin, que era momento de correr el Maratón. Fue ese año, cuando empecé los entrenamientos para participar al año siguiente en dicha prueba. Mi mentor fue mi cuñado y amigo Pedro Luis, quien me enseñó todas las lecciones necesarias para poder acabarlo. A él, a mi compañero de fatigas, mi hermano Alfonso (también decidió correr ese año, por primera vez, el Maratón) y a mi familia, quien me apoyó con sus ánimos en el peor momento de la carrera, debo estar agradecido, ya que sin ellos, creo que no hubiera podido acabar ese primer Maratón, y, seguramente, no hubiera vuelto a intentar correrlo nunca más. Hoy, en 1998, ya he logrado acabar por cuarta vez el maratón, y puedo aseverar que las sensaciones por las que he pasado en cada uno de ellos han variado ostensiblemente. Por tal circunstancia, por mis conocimientos como licenciado en Psicología y como profesional en dicha área, he decidido escribir el artículo que, a continuación expongo: "La Mente en el Maratón", para que los que aún no han corrido (y quieran hacerlo) el Maratón y para que, aquellos corredores populares que no hayan acabado en buen estado (sobre todo mental, de ánimo) dicha carrera, puedan afrontar el reto de terminar el maratón en óptimas condiciones.

INTRODUCCION

De todos es sabido que disputar una carrera como es el Maratón (42,195 kms) supone un esfuerzo extraordinario para el cuerpo, y, por tanto, requiere de un entrenamiento muy fuerte, exhaustivo y centrado específicamente para esta carrera. Se debe emplear (siempre refiriéndome a los corredores populares, dentro de los que me inscribo), un período mínimo de tres meses específico para dicha carrera, más un período adicional de otros tantos meses que te permitan afrontar con garantías, los severos entrenamientos a los que te vas a someter para lograr el fin último: Llegar a meta (los corredores populares no pretendemos otra cosa que eso; no es nuestro objetivo ni hacer marcas ni quedar por delante de nadie, solamente nos preocupa el poder cruzar la línea de meta y, si puede ser, en buenas condiciones). Sin embargo, el motivo del presente artículo no es comentar nada acerca del esfuerzo físico que es necesario realizar para terminar un Maratón, ni acerca de los entrenamientos que hay que llevar a cabo para lograr dicho fin, sino que me voy a centrar en el esfuerzo MENTAL que es necesario realizar, en primer lugar, para no abandonar la carrera y, en segundo lugar, para acabar la carrera, si físicamente es posible, en unas condiciones óptimas. Es evidente que para acabar el Maratón, hay que estar físicamente preparado, y, por supuesto, NO es posible llegar a meta, por muy mentalmente fuertes que seamos, si no nos hemos entrenado lo suficiente; sin embargo, sí es imprescindible que ambos entrenamientos, físico y mental, se compenetren para alcanzar nuestro objetivo. Más tarde explicaré detalladamente el porqué del presente argumento, pero antes voy a contestar a una serie de preguntas necesarias.

CUESTIONES DE INTERÉS

¿Cuándo nos debemos concienciar para la Maratón?

Dos o tres días antes de la carrera. Para ello, debemos examinar exhaustivamente el terreno por el que vamos a correr; con ello no quiero decir que nos recorramos en pie, en coche,..., todo el maratón, basta con coger un mapa de recorrido que distribuye la organización de la carrera y atender minuciosamente cada uno de los puntos por donde vamos a pasar, mirando si son cuestas, llanos o bajadas. Es importante saber dónde van a aparecer los tramos más duros y los más blandos, ya que con ello nos vamos a concentrar más (si es que tenemos que subir una rampa dura) o nos vamos a animar (si es que viene un terreno de bajada), pero, ante todo, porque con ello, vamos a CONOCER el terreno por el que nos movemos, y, vamos a impedir que aparezcan las "malditas" sorpresas; ¿y porqué digo "malditas"?: porque cuando no conoces el terreno, te encuentras en el kilómetro 36 (ya físicamente agotado), y aparece una rampa dura, lo único que pasa por la cabeza son frases como "esto es interminable", "ya no puedo más, ¿cómo voy a afrontar esta cuesta?", "estoy agotado", "me paro y así ya no sufro más", etc., y estas cogniciones tienen suficiente peso como para provocar que te pares, abandones la carrera o que acabes en un pésimo estado. Por tal circunstancia, es por lo que digo que es imprescindible aprenderse el recorrido, ya que, con ello, reducimos al máximo los IMPREVISTOS.


¿Por qué hay que prepararse mentalmente antes de la carrera?

El hecho es que si no nos preparamos mentalmente para los momentos duros de la carrera, que suelen aparecer, aproximadamente, a partir del kilómetro 30, muy probablemente ocurrirá que o no vamos a llegar a meta o vamos a llegar con un alto grado de desánimo, ya que, al agotamiento físico natural que vamos a padecer, se unirá una desgana psicológica grande.

¿Y durante la carrera?

Si realmente nos hemos concienciado para correr el Maratón, cuando lleguemos a los momentos duros, actuaremos de modo que no nos vamos a dejar llevar por los pensamientos negativos ("no aguanto más", "estoy harto", etc.), sino que actuaremos sobreponiéndonos al cansancio físico ("hay que seguir", "ahora ya no puedo parar", etc.). Dicha circunstancia es debida, básicamente, a que nos hemos preparado para la ocasión y, los malos ratos, si es que llegan a aparecer, no nos pillan de sorpresa.
En este aspecto también debo comentar que nuestra mente pasa por cinco fases diferentes a lo largo de la carrera: la primera, la de la euforia (que se prolonga desde antes de la carrera hasta los primeros kilómetros de la misma); la segunda, la de la "charla" (que va desde los kilómetros 6-7 hasta el kilómetro 14-15 aproximadamente), la tercera, la de transición (va desde los kilómetros 16-17 hasta el kilómetro 22-23), la cuarta, la latente (transcurre desde el kilómetro 24-25 hasta el kilómetro 30-31) y la quinta, la del sufrimiento (desde el kilómetro 32 hasta el final de la prueba). Durante estas fases, nuestro estado anímico varía desde un polo hasta el opuesto (de norte a sur, de blanco a negro), pasando de estar alegres a estar suplicando para que llegue el final de la carrera. Sin embargo, dicho estado se puede, sino eliminar, sí por lo menos mitigar hasta el extremo de lograr, inclusive, disfrutar de los últimos kilómetros de la Maratón. Pero para conseguirlo, hay que mentalizarse de la existencia de los malos momentos y de la necesidad de superarlos.

FASES MENTALES
Una vez que he respondido a una serie de preguntas que, supongo, son importantes para entender la importancia de la mente en el maratón, voy a exponer más detenidamente cada una de las fases psicológicas por las que cualquier corredor popular pasa a lo largo de la carrera. En este aspecto, debo comentar que no incluyo a los atletas más expertos ni a los profesionales, porque sospecho que por ellos pasarán otra serie de pensamientos que yo, hasta el momento, desconozco, puesto que no he llegado a correr una maratón en tan poco tiempo y con tanta intensidad.

Las etapas son las siguientes:

1. Euforia - Nervios pre-carrera: Esta etapa se extiende, tal y como señalé anteriormente, desde los minutos (u horas) previas al inicio de la carrera, hasta que se llevan recorridos los primeros kilómetros (4 ó 5).
Durante esta etapa, se entremezclan los pensamientos de alegría ("esto es un espectáculo", "voy a por el maratón", "como me gusta esto") con otros que reflejan las primeras dudas ante la carrera ("cuando llegue a meta voy a dar botes de alegría", "esta tarde, tras la carrera, voy a estar todo el tiempo sentado en un sillón", "me voy a comer un buen filete"). Sin embargo, no dudo en ningún momento que muy pocas personas nos planteamos el hecho de que antes del final de la carrera vamos a sufrir; y este sufrimiento, por momentos, va a ser muy grande. ¿y por qué no nos planteamos esta circunstancia?: El hecho es que durante este preciso momento estamos FRESCOS, física y mentalmente, y lo que menos me voy a plantear en ese instante es que al cabo de unas horas voy a pasarlo mal, simplemente, porque pienso que no va a suceder; y es que si "ahora estoy bien ¿por qué luego me voy a encontrar mal?" o "cuando tenga que sufrir, sufriré". Estas cogniciones son erróneas ya que no se ajustan a la realidad y, por eso, es fundamental controlarlas y/o dominarlas (este supone el primer punto de concentración). Me explico en este aspecto: claro que estoy de acuerdo conque una persona esté eufórica antes de empezar la carrera y que se deje llevar por estas sensaciones, porque es bueno, pero, esto, es muy distinto a que, posteriormente, una vez iniciada la prueba, dichos pensamientos se antepongan a la realidad que, como ya he comentado, es que antes o después nos vamos a cansar (son muchas horas corriendo) y si no lo hemos previsto o anticipado y, por tanto, no nos hemos concienciado para ello, pagaremos el gasto que hagamos al principio con un cansancio adicional al que, por el de la propia carrera, vamos a padecer.
Resumo este punto destacando el hecho de que es bueno inmiscuirse dentro de las sensaciones que se producen antes y durante los primeros kilómetros del maratón, e, incluso, aconsejo que se haga, porque forma parte de la satisfacción que el susodicho maratón produce, pero, igualmente, quiero señalar que estas sensaciones deben estar controladas por nosotros, y, la mejor forma de lograrlo es siendo conscientes de que tras la euforia y el descanso físico inicial, llegará el agotamiento. Es decir, hay que ANTICIPAR lo que nos va a suceder en cada momento de la carrera.
Por ello, os propongo que durante estos primeros instantes de carrera seáis cerebrales (no pasionales) y comencéis la prueba tranquilamente (sin prisas), a vuestro ritmo, y sin dejaros llevar ni por la alegría del principio, ni por el miedo a quedaros descolgados del resto de corredores. De esta forma, en los últimos kilómetros de la prueba, aparte de adelantar a muchos de estos corredores que, ahora, se dejan arrastrar por la euforia del inicio, (el exceso que ahora están realizando, lo van a pagar al final de la prueba), vamos a llegar en un muy buen estado físico y mental.

2. Etapa de la "charla": Esta etapa se prolonga desde, aproximadamente los kilómetros 6-7, hasta los kilómetros 14-15.
La denomino la etapa de la "charla", porque durante este período de tiempo es cuando una gran parte de los corredores se dedican a hablar con los "compañeros de viaje" y con las personas que altruistamente nos animan cuando pasamos a su lado. Asimismo, este es el momento en el que se suelen gastar bromas y/o contar chistes.
Durante este período de tiempo, el problema que nos podemos encontrar es el del desconocimiento de nuestras posibilidades. En numerosos casos, los corredores, bien porque físicamente se encuentran en perfecto estado ("ya estoy en el kilómetro 11 y me encuentro muy bien, así que puedo acelerar", "voy perfectamente, no estoy nada cansado"), bien por la animación de la gente que te empuja ("qué emocionante es ver a tanta gente animándote") o bien porque percibimos mal la realidad ("ya llevo un tercio de la carrera, sólo me quedan dos tercios y no estoy cansado", "ya sólo me quedan X kilómetros") tendemos, inconscientemente, a acelerar nuestro paso y a adoptar un ritmo que está por encima de lo que nuestro cuerpo nos permite, provocando un agotamiento prematuro de nuestra energía, primero física y, a renglón seguido, mental. La consecuencia de todo esto es que, según el kilómetro de la prueba en el que ocurra, o bien abandonamos o bien acabamos "arrastrándonos" (andando los últimos kilómetros, yendo con el gesto desencajado, etc.).
Ante esta circunstancia, os propongo nuevamente la ANTICIPACIÓN de estas sensaciones, de modo tal, que, cuando observemos que nos estamos dejando llevar por la euforia de la gente que nos anima o que vamos a un ritmo más veloz del que podemos, porque en ese momento nos vemos fuertes e invencibles, actuemos con la cabeza y reflexionemos sobre lo que más nos conviene, y esto no es otra cosa que mantener, atendiendo, para ello, a nuestras sensaciones orgánicas, un ritmo que se ajuste a nuestras posibilidades; de este modo, no nos dejaremos arrastrar por lo que las sensaciones inmediatas nos dictan, y que no son otra cosa que percepciones erróneas de la realidad, fruto de un sentimiento de grandeza e insuperabilidad equivocados.

3. Transición: (desde los kilómetros 16 -17 hasta los kilómetros 22 - 23). Esta etapa, psicológicamente hablando, es neutra. Es solamente, durante estos kilómetros, cuando los corredores populares realmente actúan, siempre desde un punto de vista psicológico, como deben. Esta etapa supone, como su propio nombre indica, un paso entre la alegría del principio y el comienzo del cansancio físico y mental, de ahí que, durante este tiempo, permanezcamos más o menos concentrados y corriendo de un modo más o menos regular. Sin embargo, no quiero decir con ello, que los defectos que hemos ido acumulando durante los kilómetros previos, hayan desaparecido; evidentemente, si estamos rodando a un ritmo más fuerte que el que nuestro cuerpo nos permite, vamos a seguir manteniendo esta línea. Lo que quiero decir es que, a pesar de los errores que, desde el principio estamos cometiendo, durante este período ni existe la euforia inicial (puesto que ya llevamos bastantes kilómetros y la alegría del principio ya ha desaparecido) ni nuestras energías están debilitadas (y por lo tanto, nuestra cabeza no nos está mortificando con nuestro cansancio ni está malinterpretando los signos corporales que presentamos), lo que nos permite correr, mentalmente hablando, de un modo óptimo.
Este espacio de tiempo adquiere, si así se desea, una importancia mayor para los corredores populares, ya que, puede servirles de modelo para saber cómo deben correr un maratón; es decir, que si MENTALMENTE, somos capaces de correr toda la prueba como lo estamos haciendo ahora, vamos a estar en disposición de llegar a meta en perfecto estado, ya que estamos dejando de lado nuestras cogniciones erróneas a cambio de otras que nos permiten ir concentrados en lo que estamos haciendo. A fin de cuentas esta es, para mí, la clave fundamental para acabar el maratón, física y psíquicamente bien.

4. Latente: Esta etapa, se extiende desde aproximadamente el kilómetro 24 hasta lo que se ha venido en llamar "el muro", aproximadamente el kilómetro 32.
Es en este momento, cuando puedo decir que comienza el Maratón: hasta ahora, nuestra euforia, en primer lugar, y nuestro perfecto estado físico, posteriormente, no nos han permitido captar la verdadera dureza de la prueba; pero, a partir de este momento, una vez que ya comenzamos a sentir el peso de la carrera (las piernas empiezan a sentirse cansadas, ya no apetece seguir corriendo, etc.), es cuando vamos a empezar a sufrir física y mentalmente.
Sin embargo, el verdadero sufrimiento psicológico está aún por llegar; en esta etapa, mientras tanto, se empiezan a larvar pensamientos que, más tarde, cuando físicamente estemos muy cansados, van a pasearse una y otra vez por nuestra cabeza de manera continuada, provocando, si no estamos preparados, unos efectos devastadores.
Durante este período de tiempo, es cuando uno empieza a preguntarse si va a llegar a meta, es cuando empezamos a fijarnos, no en el camino que llevamos recorrido, sino en el que nos queda por recorrer, es cuando, en definitiva, empezamos a angustiarnos y hasta decaernos, porque, ya, lo único que queremos es "¡ACABAR de una santa vez!". Es, pues, una etapa de gestación que (aunque aparentemente pasa desapercibida), desde mi punto de vista es la más importante, ya que, si durante este espacio de tiempo logramos controlar nuestros pensamientos y analizamos objetivamente todo lo que le ocurre a nuestro organismo, posteriormente (cuando las sensaciones físicas sean más desagradables), afrontaremos nuestro agotamiento en mejores condiciones. Por ello, y como sé con certeza que durante estos kilómetros, van a empezar a dolernos las piernas, nuestro ritmo va a ser más cansino, las ganas de correr van a empezar a desaparecer y nuestra mente ya no va a estar tan despejada, debo hacer constar que nuestra concienciación debe ser, aún si cabe, mucho mayor. Ahora es cuando deben empezar a aflorar los pensamientos positivos que hemos preparado para este momento. En este aspecto hay una cosa clara, si antes de la prueba hemos previsto este cansancio, ahora, cuando llegue, vamos a afrontarlo con verdaderas garantías, ya que nuestras cogniciones van a ser del estilo "esto ya me lo esperaba", "es normal este dolor, llevo muchos kilómetros corriendo", "forma parte de la carrera", etc., y no las que normalmente aparecen cuando uno no está preparado ("me duelen las piernas", "no me quedan fuerzas", "estoy muy cansado y todavía me quedan muchos kilómetros", "no voy a llegar", etc.). La diferencia entre unos pensamientos y otros es tal, que, si en este tramo aplicamos los primeros, nuestro sufrimiento final va a ser mucho menor (incluso puede ser inexistente) y se va a limitar, exclusivamente, a nuestro dolor físico (que, por cierto, no es poco).
Respecto a esta etapa, tengo una anécdota que me recuerdan los dos errores más importantes que cometí en mi primer maratón:
a.- ir a un ritmo más fuerte del que mi estado físico me permitía.
b.- interpretar erróneamente las sensaciones corporales que pasaban por mi cuerpo en cada momento.
El hecho fue que durante mi primer maratón (año 1995), tras haber recorrido unos 25 kilómetros, en los que había ido más deprisa de lo que realmente podía (primer error), llevado, por un lado, por mi "invencible" fortaleza física, por otro, por el desconocimiento de la prueba y, por último, por mi inexperiencia, empecé a notar, como es normal en todos los corredores, un enorme cansancio de piernas, lo que yo interpreté (segundo error) como un signo de un inmediato calambre. Pues bien, y a pesar de que no me dio ningún calambre, desde ese instante hasta el final de la prueba, lo único que pasaba por mi cabeza eran pensamientos continuos que me recordaban lo enormemente cansado que estaba y las pocas ganas que tenía de correr ("ya no puedo más", "que hago yo aquí"). El resultado final fue, que llegué a meta (gracias a que pude acoplarme a un grupo de corredores que iban dirigidos por un guía que había puesto la organización) en un pésimo estado físico, y en un estado mental desastroso. Al año siguiente (en 1996), cuando me conciencié de que debía ir siempre a mi ritmo y que este cansancio me iba a sobrevenir, lo único que pasaba por mi cabeza eran pensamientos continuos que pedían con deseo que llegarán los kilómetros, es decir, esperaba cada kilómetro con anhelo, ya que de esta forma podía demostrar mi fenomenal estado físico. Evidentemente, en este caso, la llegada a meta fue muy diferente, acabando, para un corredor como soy yo (no he bajado en ninguno de los cuatro maratones que he disputado de las 4 horas y 15 minutos, lo que supone ir a 6 minutos el kilómetro), a un ritmo bastante fuerte (en concreto, a 5 minutos el kilómetro), registrando un mejor tiempo en la segunda media maratón.

5. Llegamos a la última etapa, la del Sufrimiento (agonía, ansiedad, etc.): se prolonga desde, aproximadamente, el kilómetro 32 hasta el final de la prueba.
Esta etapa es la que nos pasa factura si hemos sido excesivamente osados. Si ya de por sí, yendo físicamente bien, mentalmente vamos a estar muy cansados por la prueba (no obstante, llevamos unas 3 horas corriendo), no es necesario imaginarse lo que ocurre cuando físicamente estamos mal y no hemos previsto dicho cansancio. Durante este período de tiempo, lo único que vamos a desear es acabar y ni los aplausos generosos de la gente, ni nuestro estado físico nos van a ayudar a retirar de nuestra cabeza, estos pensamientos. En este aspecto, la agonía es tal, que, una persona cualquiera que todavía no haya corrido ningún maratón, no se explica el hecho de que cuando tan solo te quedan dos kilómetros para terminar (¡después de haber recorrido 40!) dejes de correr y te pongas a andar, y, es que, para la mente de un corredor no preparado para la ocasión, que lleva corriendo 4 horas, esos últimos 2 kilómetros, no son otra cosa que 2.000 metros y 2.000 metros son, aproximadamente, unos 2.000 pasos, lo que supone una barrera imposible de superar en ese momento, para cualquier persona que llegue en esas condiciones.
La concienciación para la prueba va a impedir que estos pensamientos sean tan negativos, ya que al estar mentalizados, vamos a prever su llegada y, por tanto, vamos a saber, por lo menos, mitigarlos. Nuestro objetivo es, pues, que al llegar al kilómetro 40 (ó 39 ó 38) sólo pensemos en ir a por el siguiente kilómetro, sin obcecarnos ni angustiarnos por llegar a meta, defecto, que es muy común en numerosísimos corredores, quienes creen que en el kilómetro 34 (porque sólo queden 8), ya han terminado la prueba, sin concebir el hecho de que ahora cada kilómetro se multiplica mentalmente por 2, y, que, ni nuestros pensamientos ni nuestro estado físico son los del principio, sino que son radicalmente opuestos ("no puedo más", "quien me manda a mí meterme en estos sufrimientos", "estoy harto de correr", "no vuelvo a correr el maratón", etc.).
Anecdótico fue el hecho que le ocurrió a un amigo mío en su primer maratón: al terminar la prueba, al ser preguntado por sus amigos que tal le había ido, él contestó que su peor momento lo pasó cuando tuvo que pasar por "el kilómetro del empedrado", refiriéndose a los apenas 100 metros de empedrado existente justo enfrente del Museo del Prado. Esta respuesta da muestra de la forma que tiene de ver las cosas un corredor popular de maratón cuando lleva recorridos 40 kilómetros.

CONSEJOS PRACTICOS

Una vez que os he expuesto las diferentes fases mentales por las que pasa un corredor popular cuando se decide a disputar el maratón (en las que no he exagerado nada, aunque os parezca lo contrario), os voy a proponer una serie de consejos prácticos para que los apliquéis, antes, durante y tras el maratón. De este modo, lograréis que la carrera resulte una experiencia agradable y, por supuesto, repetible, y no un camino de lágrimas que os deje tal secuela psicológica que no queráis volver a intentar el reto de terminar los 42,195 metros de los que consta la prueba.
Respecto a los días previos a la prueba:
a. Examinar profundamente el camino por el que vais a pasar corriendo, prestando una especial atención a los kilómetros donde haya subidas, ya que, éstas, aunque al principio se llevan bien, posteriormente, cuando llevas recorridos 30 ó 35 kilómetros, sientan muy mal; así al conocerlas, como sabemos que van a aparecer, las afrontaremos con mayor energía, fuerza y alegría.
Es preferible, en este aspecto, ver el recorrido in situ, pero como esto es realmente difícil, propongo que oteéis los folletos que la organización distribuye. La anticipación del sufrimiento es la clave del éxito.
b. Imaginaos a vosotros mismo, por ejemplo, en el kilómetro 36 y pasando un verdadero calvario; una vez hecho esto, buscad frases reconfortantes como "ánimo, ya queda poco", "todavía me quedan fuerzas para acabar" o "después de todo lo que he entrenado, no voy a pararme ahora". De este modo, nuestro sistema cognitivo actuará automáticamente, activando dichos pensamientos cuando realmente nos encontremos en esa situación.
Durante la carrera
a. No os dejéis llevar nunca por la euforia del momento, ni al principio de la prueba (porque estamos contentos y/o sorprendidos por la expectación existente o por la cantidad de corredores) ni en la mitad de la prueba (al 13 comprobar que, aunque llevamos muchos kilómetros, no estamos cansados), ya que los excesos físicos del principio se pagan luego. Por ello, recomiendo estar concentrado durante toda la prueba, y para ello, nuestro mayor exponente es el conocimiento de nuestras posibilidades.
b. Sabed que la frescura física, antes o después, desaparece. Con ello quiero decir que no interpretemos el cansancio físico que va a aparecer, aproximadamente a partir del kilómetro 25, como sinónimo de nuestro fin en la carrera, ya que es lógico y normal que dicho cansancio surja. Está claro que si nos hemos entrenado lo suficiente, no nos va a ocurrir nada (calambres, tirones, etc.).
c. Nunca penséis en los kilómetros que os quedan para terminar, al contrario, id sumando uno a uno, es decir, pensad en el ahora; con ello, reduciréis la angustia del final de carrera.
d. Si podéis, corred acompañados, preferentemente con los amigos con los que decidáis iniciar la prueba, ya que os vais a reforzar mutuamente cuando empecéis a pasarlo mal.
e. Si tenéis amigos, familiares, etc., que os van a animar, decidles que se sitúen, si puede ser, entre los kilómetros 34 y 40, ya que, mentalmente, son los peores. Esto os servirá de estímulo y fuente de apoyo, e, incluso, puede que alguno se una con vosotros durante unos cuantos kilómetros, lo que es bastante tonificante.
Después de la carrera:
Esa misma tarde o al día siguiente, valora objetivamente en que habéis fallado y en qué habéis acertado según lo planificado, luego anotadlo en una agenda, para que, al año siguiente, si decidís correr de nuevo el maratón, sepas a que atenerte sin posibilidad de error.

CONCLUSIÓN

Termino el presente artículo diciéndoos, que para mí, la clave de vuestro éxito mental en el maratón, radica en la ANTICIPACIÓN de consecuencias. Si conseguís controlar todas las sensaciones que vais a experimentar durante el maratón, lograréis realizar una buena carrera, lo que, a su vez, os permitirá, en un futuro, si así lo deseáis, repetir la experiencia, ya que el sentimiento final que vais a tener es de SATISFACCIÓN PLENA.

02 febrero 2008

Ya huele a Marathon


Efectivamente, ya huele a Marathon, la tiradita de 30 kms. ha servido para muchas cosas, espero no dejarme ninguna en el tintero.
La primera y más importante, para demostrar que el equipo que corre junto permanece unido... y se por que lo digo, ya que ha servido para limar asperezas surgidas en la última semana a tenor de unas declaraciones en el blog. Tema Zanjado y Ollleeeeeee.
Otra de las sorpresas de la tarde fue la aparición de Juan Soba, que acompañó al grupo durante la primera vuelta al circuito de 8 km. preparado en Lavaera por Zeb Liebre Cariñosa, o sea Salvi.
En la logistica, deciros que a Zeb Dan, que fue en bike y hasta se llevó la cámara, le han salido dos "cebauras" en las axilas de llevar la mochila cargaita de peras, peros, naranjas, y botellas para los colegas... eso sí, sarna con gusto no pica.
En lo deportivo, magnífico entreno a 5´20" de media como ensayo para la marathon próxima en tierras hispalenses y que servirá de colofón a tantos días de esfuerzo y sufrimiento.
Espero que en Sevilla no nos coja la noche

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El club Atlético Zebulon Macahan nace de la necesidad de un grupo de jovenes de divertirse corriendo. De esta forma aunan fuerzas para competir en todos los eventos que se celebran, principalmente en la provincia de Cádiz. Es un club formado por grandes corredores, atlétas que son capaces de hacer el tan conocido "kilómetro negro", si los ves corriendo por las calles de San Fernando, Carboneras o Isla Cristina no dejes de echarles el lazo. A su vez son grandes amantes de los triglicéridos, ácidos úricos y grasas polisaturadas que generan los productos cárnicos, derivados del pórcino o vacuno, y los grandes manjares que nos da la mar.